• Marruecos Magico de Norte a Sur
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  • Duración: 13 días

  • Lugares: Marruecos de Norte a Sur

  • Precio desde: 2340€ dos personas

** Al ser viajes privados, el precio variará según las personas que realicen el viaje.

Día 1: Casablanca, Aeropuerto.

Llegada a Casablanca, encuentro en el aeropuerto y traslado al Hotel contratado.

Alojamiento.

Día 2: Casablanca – Rabat – Asilah.

Después del desayuno visita a la gran Mezquita Hassan II, un palacio de fe que se asemeja a fortaleza y faro.

La idea de construir una gran mezquita fue del rey Hassan II, que quería un edificio que representara para África del Norte lo mismo que la Estatua de la Libertad para Estados Unidos.

El templo nació como prueba de fe, como un gran acontecimiento religioso, en la ciudad más laica entre las marroquíes. Se buscaba revitalizar el orgullo nacional y afianzar la fidelidad al precepto coránico, debilitada por la cultura occidental, y unirla al proceso de relanzamiento económico de Marruecos y a su impetuoso desarrollo turístico.

Terminada la visita continuamos camino hacia Rabat, cuarta ciudad imperial. Esta ciudad es una curiosa mezcla de la tradición histórica del pasado y la modernidad establecida en el presente. Fue fundada por Abd al-Mumin en el siglo XII, y utilizó la kasbah («Fortaleza») como base para luchar contra los españoles. Fue durante este período cuando se construyeron sus edificios más emblemáticos, como pueden ser la torre Hassan y la Kasbah des Oudaias. Esta ciudad se convirtió en el bastión para los musulmanes expulsados de España a principios del siglo XVII.

Continuamos hacia Asilah donde llegaremos por la tarde. Alojamiento.

Día 3: Asilah – Tánger – Tetuán – Chefchauen.

Marruecos Magico de Norte a Sur

Después del desayuno visitaremos la tranquila Asilah, se sitúa al norte de la costa Atlántica marroquí, a 50 km al sur de Tánger. Tiene una historia muy ajetreada, habiendo sido controlada por fenicios, griegos, cartagineses, romanos, árabes, portugueses y españoles, llamándose Zilis (fenicios), Constancia (romanos) y Asilah (árabes).

Asilah tiene sin ninguna duda la medina más limpia y cuidada de Marruecos, siendo su mayor interés turístico. Sus edificaciones neo árabes están en perfecto estado, completamente restauradas y rehabilitadas, sus calles blancas con zócalos azules están pavimentadas a las órdenes de diseñadores locales, su iluminación es singular, y sus abundantes adornos florales de particulares hacen relajante el paseo por la medina, (un paseo de relax por una medina es algo realmente singular). Además, apenas existen las tiendas de souvenirs cara al guiri que se han implantado en la mayoría de las medinas marroquíes. Aún existen edificios de época del protectorado, como la medersa, datando de los años 30.

Seguimos camino a Tánger, donde visitaremos las cuevas de Hércules, Los relatos sobre la ciudad le adjudican su fundación a Hércules, y que el héroe romano dormía en las cuevas antes de realizar los trabajos que le eran encomendados por Euristeo de Tirinto. Las grutas de Hércules permiten darle mayor entidad física a los relatos mitológicos, además de tratarse de un lugar en extremo tranquilo y bello, donde el sonido del mar permite descansar. No extraña que Hércules hubiera elegido esta zona para recuperar sus fuerzas. Desde el interior de la cueva se puede ver de una forma totalmente distinta la majestuosidad del Estrecho de Gibraltar. Con la entrada orientada hacia el Atlántico, las cuevas se inundan cuando hay marea alta y sus orígenes también son motivo de debate. Están quienes sostienen que son naturales, y los que dicen que una antigua civilización construyó las cuevas como refugio.

Continuamos hacia Tetuán, heredera de la ciudad de Tamuda, su origen se sitúa en la Edad Media. Debido a la cercanía del mar y el río navegable, floreció el comercio marítimo y la piratería. Ciudad hispano-morisca llena de encanto, Tetuán ofrece una mezcla de culturas sin dejar de lado su papel como guardiana y escaparate de las más bellas tradiciones. La Medina de Tetuán, y su entramado único de callejuelas sombreadas, forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco. Su importante Mellah (barrio judío), bautizado como la pequeña Jerusalén, es el lugar más animado al caer la noche. Aquí, los zocos están bien delimitados y cada gremio ocupa un perímetro preciso. Se convierte en una ciudad universitaria con facultades de ciencias, letras y humanidades, magisterio, enfermería y politécnica.

Continuamos hasta Chefchaouen. Alojamiento.

Día 4: Chefchauen.

Día para disfrutar del pueblo azul. El nombre Chauen proviene de la palabra berberisca shawen, que significa «cuernos», debido a las cumbres montañosas que dominan la ciudad. De manera que el nombre oficial marroquí Chefchaouen(Shifshawen) significa «mira los cuernos».

Este nombre pasó al español inicialmente como Xauen, aunque desde tiempos recientes se utiliza más la forma Chaouen.

La gente de Chaouen ha tejido lenta y armoniosamente una red que inserta la ciudad en su entorno natural, cuyos elementos ha sabido transformar en hechos tangibles, en magníficas arquitecturas, en riquísimas artesanías y en sabores locales. Pero también en lo que no se puede tocar: músicas, formas sociales, ideas y creencias.

Alojamiento.

Día 5: Chefchaouen – Volubilis – Meknes – Fez.

Dejamos atrás Chefchaouen y nos dirigimos hacia la ciudad Romana Volubilis, que se distribuyen en una amplia zona y tienen unas magníficas vistas sobre el valle y las colinas. Desde aquí se puede ver a continuación, visitar la ciudad santa de Moulay Idriss.

Los no musulmanes no se les permite la entrada en el mausoleo de la plaza principal, pero tiene unas vistas preciosas y pequeñas tiendas. Terminada la visita continuamos hacia Meknes, la desconocida cuarta Ciudad Imperial, llamada también Mequinez, toma su nombre de la tribu bereber que la fundó con el nombre de Meknassi, donde podrá visitar Bab Mansour, uno de los lugares más famosos de Marruecos, el mausoleo de Moulay Ismail y los graneros. Seguimos hacia Fez donde pasaremos la noche.

Alojamiento.

Día 6: Fez.

Después del desayuno visita guiada por la Medina de Fez. Al entrar en las calles de su medina (ciudad antigua), sentiremos que el tiempo retrocede: la estructura gremial sigue estando presente en el trabajo, la estrechez de sus calles no permite otro medio de transporte que los asnos y un constante hormigueo de gente se mueve por las laberínticas callejuelas en medio de las cuales nos sorprenderán barrios como el de los andaluces y magníficas mezquitas y escuelas coránicas.

Fez ha estado siempre asociada al estudio y a la religiosidad, y sigue siendo la capital espiritual de Marruecos. Tras visitar la medina otra opción es caminar sin rumbo por las calles de Fez-Jdid, donde se encuentran el Palacio Real, la Mellah, (judería) y la mezquita más antigua de Fez.

Alojamiento.

Día 7: Fez – Ifrane – Azrou – Midelt – Valle de Ziz – Desierto.

Después del desayuno, salida hacia Midelt pasando por las montañas y los bosques de cedros del Atlas Medio. Paso por Ifrane, una encantadora estación de esquí y Azrou, un centro importante de artesanado especializado en los trabajos de madera de cedro. Después del paso Zad (2178m / 7146ft), llegaremos a Midelt para el almuerzo.

Por la tarde, descenderemos hacia Erfoud y Errachidia por el Valle de Ziz, salpicado de palmeras. Continuación hacia las dunas de arena del Erg Chebbi.

Cena y alojamiento en Desierto.

Día 8: Khamlia – Desierto.

Después del desayuno, salida hacia Khamlia, el pueblo de los negros. Allí disfrutaremos de la música Gnawa. El pueblo de Khamlia está situado en el sur-este de Marruecos. Concretamente a la sombra de las dunas de Erg Chebbi. Durante más de cien años ha estado habitado por una mezcla de bereberes, árabes y diferentes tribus de origen Subsahariano. En Khamlia la mayor tribu son Los Bambaras. También los llaman Gnawas, así es como se llaman a los descendientes de los esclavos que provenían del áfrica negra. En el pasado los aldeanos se ganaban la vida trabajando en los campos y oasis para agricultores ricos. Nosotros éramos pastores de camellos y cabras. Ahora son famosos en especial por su hospitalidad y su música Gnawa.

La Música Gnawa de Khamlia o la Música Gnaoua tiene sus orígenes en el áfrica sub-sahariana. Esclavos de Senegal, Sudán y Mali la trajeron de allí. La música Gnawa que tocan en Khamlia es un tipo de música muy famoso y especial. Es una mezcla de Bambara, lenguas bereberes y árabes. Cuando cantan, mueven todo el cuerpo excepto la cabeza.

Continuaremos camino para visitar un oasis, conjunto de perfectas canalizaciones de agua que abastecen a las plantaciones de las familias nómadas de la zona.
Comida y tiempo de descanso en el lugar que se acuerde con el guía. Por la tarde excursión en dromedario para adentrarnos en las dunas y disfrutar de la bella puesta de sol.

Cena y alojamiento en jaimas.

Día 9: Desierto – Rissani – Erfoud – Gargantas de Todra – Boumalne Dades.

Nos despertamos antes del amanecer para contemplar la salida del sol. Regreso en dromedario al albergue. Ducha y desayuno.

Salida hacia Rissani. Visita de su mercado que es el más importante del sur, donde van todos los nómadas del desierto para hacer sus compras, luego salimos para Erfoud donde visitaremos la fábrica de mármol fosilizado y continuar hacia los palmerales de Touroug y Tinjdad. Llegaremos a uno de los puntos fuertes del Sur: Las Gargantas del Todra. El cauce del Río Todra ha formado un desfiladero de paredes verticales de enormes proporciones y de gran belleza; es el paraíso de los escaladores y un lugar único.

Almuerzo y caminaremos una media hora para ver con tranquilidad las Gargantas.

Por la tarde continuamos hacia el Valle de Dades pasando por Boumalne.

Cena y alojamiento en las Gargantas de Dades.

Día 10: Boumalne Dades – Boutaghrar – Valle de Rosas – Ouarzazate.

Después del desayuno aprovechamos para visitar el bello Valle de Dades, a continuación seguimos por una carretera sin asfaltar que nos llevará a Boutaghrar, lugar donde podremos ver como viven familias berber en casas cueva y podremos tomar un té con una de las familias. Seguimos hacia el Valle de Rosas, Kella M’Gouna, conocida por sus rosas y los productos 100% naturales.

Continuamos camino hasta Ouarzazate donde pasaremos la noche. Cena y alojamiento.

Día 11: Ouarzazate – Ait Ben haddou – Alto Atlas – Marrakech.

Por la mañana nos dirigimos a visitar la Kasbah Ait Ben Haddou, situada a 190 kilómetros de la ciudad turística de Marrakech, Marruecos. Se trata de un espectacular poblado de arcilla y piedra con edificios rodeados por grandes murallas, aspecto que lo convierten en uno de los lugares más bellos de Marruecos y punto de visita obligado para todos aquellos turistas que tengan previsto conocer el país norteafricano. Las kasbahs fueron antiguamente grandes pueblos bereberes amurallados diseñados con el objetivo de defender la cosecha y los palmerales que crecen junto a sus cauces. Estos pueblos formaban grandes comunidades agrarias y mercantiles con una visión muy particular sobre la religión del Islam.

Ait Ben Haddou está declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, eso sin contar su gran demanda y reconocimiento en el campo cinematográfico para la realización de grandes películas como Lawrence de Arabia o Gladiator, iniciativa ampliamente aceptada por sus lugareños debido al importante extra que supone a la economía del poblado y alrededores. * Algunas de las películas rodadas allí son: Lawrence de Arabia (1962), La Joya del Nilo (1985), Jesús de Nazaret (1977), La última tentación de Cristo (1988), La Momia (1999), Gladiator, (2000) Es en esta Kasbah donde Russell Crowe es vendido como esclavo, Alejandro Magno, (2004).

Esta impresionante construcción sigue habitada por unas pocas familias. Está coronada por un risco de unos cien metros de altura, en el que hay restos de una antigua edificación y desde donde se divisa un magnífico paisaje.

Al final del día llegada a Marrakech.

Alojamiento en Riad.

Día 12: Marrakech Roja.

Desayuno. Por la mañana visita de la ciudad. Visita guiada por la Medina.

– Palais el Bahia. La construcción del Palacio de la Bahía fue encargada por Ahmed ben Moussa, hombre influyente, hábil y poderoso, que fue visir (el cargo más alto luego del monarca) del sultán Abdelaziz a finales del siglo XIX.
A partir de una antigua residencia, que fuera propiedad de su padre, y apropiándose de un conjunto de casas adyacentes, el visir encargó el trabajo de diseño y construcción de su palacio al arquitecto marroquí Muhammad al-Mekki.
Se dice que Ahmed ben Moussa dedicó este magnífico palacio especialmente a su preferida entre las 4 esposas y 24 concubinas que conformaban su harén; de hecho, palacio de la Bahía significa palacio de la bella o la brillante. Se puede visitar sólo un tercio del palacio; el resto es propiedad privada de la familia real.

– Tumbas Saadies. Ubicadas en un jardín cerrado que se encuentra junto a la mezquita de la Kasbah, las tumbas saadíes representan un bellísimo cementerio real que es transitado a diario por cientos de turistas. Si bien la construcción data del año 1557, cuando Ahmed El Mansour mandó edificar un mausoleo sobre la tumba de su padre, con la llegada al poder del sultán alauita Moulay Ismail se decidió esconder el cementerio tras una gran muralla. Debido a esto, el lugar quedó oculto por mucho tiempo, hasta que en 1917 fue redescubierto y luego restaurado por el servicio de Bellas Artes y Monumentos Históricos.

– Museo Palacio Dar si Said. En la visita de los palacios lo más importante es apreciar la belleza y finura artística de su decoración. Y ese debe ser el objetivo de tu visita del Palacio Dar Si Said, que desde 1932 alberga un museo de arte marroquí. Este palacio precisamente fué construido a finales del siglo XIX, por Sir Said Moussa, hermano del visir Ahmed Ben Moussa, quien en la misma época construyó el Palacio de la Bahía.

Tras su muerte en 1900, el palacio fue ocupado por autoridades del Protectorado Francés, y en 1932 el edificio pasó a manos de la Dirección General de Bellas Artes, y desde entonces diversas zonas del mismo albergan un museo de arte marroquí.

En tu paseo por el museo Dar Si Said de arte marroquí, además de fijarte en los objetos artísticos que se muestran en sus diversas salas, sobre todo aprecia la belleza de sus distintos rincones.

Tarde libre para disfrutar de la Medina. Alojamiento.

Día 13: Marrakech – Aeropuerto.

Después del desayuno, salida hacia el aeropuerto según hora de vuelo.

Incluye:

* Recogida en el aeropuerto a la llegada, igualmente traslado del Riad al aeropuerto al finalizar el viaje.

* Guía oficial para las visitas de Fez y Marrakech.

* Vehiculo 4×4, equipado con aire acondicionado.

* Media pensión, desayunos y cenas.

* Alojamientos en albergues, kasbahs, jaimas y riads, (dependiendo del lugar).

* Excursión en dromedario en el desierto.

* Visitas mencionadas en el circuito.

* Seguro de viaje Mapfre.

No Incluye:

* Seguro de viaje Mapfre.

* Almuerzos y bebidas.

* Cenas en Casablanca, Asilah, Chefchaouen, Fez y Marrakech por cuenta del cliente.

* No están incluidas las entradas a monumentos ni propinas.

* Vuelos por cuenta del cliente.