Amanece en Marrakech, su luz especial, la llamada a la oración, la ciudad se despierta, empieza la vida en la Plaza Jemma el Fna y las callejuelas que la rodean, el ir y venir de sus gentes, preparando sus tiendas, sus puestos, empiezan su jornada, un día más para hacer sus peculiares negocios entre té y té, dejando que el día transcurra, sin prisa, no hay tiempo, ellos deciden cuando empiezan y cuando terminan. Unos abren y otros cierran, parece que la ciudad nunca descansa del todo, solo baja la intensidad de su ritmo, un ritmo que te envuelve y por el que te dejas llevar, porque Marrakech es especial.
La Ciudad Roja.. la magia convertida en ciudad..

Belén Serna.
Tuareg-Travel, Espíritu Viajero.